Abstract
El los últimos doce años una parte del entorno de la arquitectura vinculada con España ha evolucionado como resultado de una serie de transformaciones concatenadas. Miguel de Guzmán ha estado instalado en este proceso, al mismo tiempo como impulsor de estas transiciones y también como su receptor. Su manera de ser fotógrafo; la organización de su plataforma de trabajo; su relación con la tecnología; su participación en la socialización de sus obras y de las de otros; y los formatos, estéticas y contenidos de sus fotografías y vídeos aportar enfoques alternativos para ensayar y pensar las prácticas arquitectónicas.